Entrevistas 

"La fonoaudiología tiene muchas especialidades. Somos una necesidad en distintos aspectos de la sociedad"

Verónica Maggio es una fonoaudióloga de Buenos Aires y se centra en los problemas del lenguaje de niños pequeños. Se formó en la Universidad del Salvador y es doctora en fonoaudiología.

Ella en el 2022 y 2023 ha formado parte de la campaña +Fonos+Salud, con el objetivo de difundir la carrera de Fonoaudiología y para poder aumentar el número de ingresantes. Debido a esta campaña, ella ha aparecido en diversas notas en los medios de comunicación.

Actualmente, es docente titular de la carrera de Fonoaudiología en la Universidad del Museo Social Argentino (UMSA) y directora de la diplomatura en trastornos del lenguaje infantil desde la perspectiva neurolingüística en la Universidad Austral. 


¿A qué se debe la falta de fonoaudiólogos? ¿Desde que usted comenzó a trabajar, la fonoaudiología era una profesión muy demandada?

Esta es una situación que se está presentando ahora, porque hace unos años atrás la falta de fonoaudiólogos no era un problema tan grande. Para que se den una idea, yo me recibí hace 30 años y en ese entonces había suficiente cantidad de profesionales.

Las causas por las que se ha ido perdiendo el interés por la profesión se debe a distintos motivos. Por un lado, hay más oferta de nuevas carreras en la que los más jóvenes están interesados. Mientras que, por otro lado, está la falta de divulgación sobre la profesión. Durante muchos años se han perdido cientos de alumnos en todas las universidades y no han habido las suficientes campañas de difusión en el momento para que se frenará esto.

Hay mucha gente que dice que la fonoaudiología no es del interés de los jóvenes, porque a ellos no les "llama la atención el área de la salud". Sin embargo, yo no creo que sea tan así. Un caso de esto son los estudiantes de psicología, que a pesar de que se encuentra dentro de una órbita de interés similar a la fonoaudiología, cuentan con 1 psicólogo cada 400 habitantes. Por ende, no creo que se deba a que las personas no le den importancia a la zona de la salud, sino a que no se conoce la carrera ni su campo laboral. También se dice que "en la fonoaudiología se gana poco" y eso tampoco es tan así debido a que hay fonoaudiólogos que sí recaudan poco pero también hay otros que no. A pesar de que este aspecto pueda depender, yo te puedo decir que un profesional recibido hoy en día si cobra bien.


¿Ves que la situación haya mejorado con respecto a la promoción de la carrera?

Es un poco mejor la situación. No porque haya más fonoaudiólogos, sino porque entraron más alumnos a la carrera. Por supuesto que la solución no es inmediata debido a que los alumnos tardan entre 4 a 5 años en completar sus estudios. Aunque sí podemos decir que hay más estudiantes anotados que hace unos años atrás.

Nosotros con otras instituciones del país hicimos una campaña en el 2022 y 2023, llamada +Fonos+Salud, que trataba de abarcar todo el país. Con el objetivo de difundir la profesión entre todos hicimos diversos anuncios y entrevistas. Gracias a esto la cantidad de alumnos en las universidades mejoró. Incluso en una universidad que yo trabajo habitualmente, que es la Universidad del Museo Social Argentino, de tener 30 ingresantes pasamos a tener 70. Sin embargo, como dije antes, este proceso lleva tiempo y la mano de obra no la vamos a tener mañana, sino en unos años. 

 Hay que esperar y de a poco la situación va a mejorar. 


¿La campaña +Fonos+Salud contó con ayuda por parte del Estado o algún ministerio?

No contamos con la ayuda del Estado. En realidad, nos juntamos la Asociación de Fonoaudiólogos de la Argentina (ASALFA), la Federación Argentina Colegios y Asociación de Fonoaudiólogos (FACAF), el Hospital Austral, La Asociación de Fonoaudiólogos de Buenos Aires (AFOCABA) y la Asociación de Foniatría Audiología y Logopedia Platense (AFALP). Entre nosotros nos reunimos y contratamos un equipo de prensa. Lo que salía de esa campaña lo solventamos con dinero de las instituciones como para poder conocer la situación.


¿Qué opinas sobre el hecho de que la campaña no se haya visto reflejada en muchos medios?

Llegar a los medios masivos no es una cosa muy fácil de conseguir. Además la realidad es que el éxito de la campaña se mide en la cantidad de nuevos inscritos, así que no importa si se la ve más o menos en la televisión. El efecto de esta campaña se va a ver a ciencia cierta en el 2028.

Ahora bien, si nos preguntamos sí estos profesionales van a alcanzar para poder cubrir la demanda, lo más probable es que la respuesta sea que no. Es por ese motivo que nosotros tenemos que seguir. El año pasado reiteramos la campaña y probablemente este 2024 también lo hagamos porque es algo que debe ser continuo. 

No sirve que en un solo año se anote gente a la carrera, si la necesidad es mayor.


¿El aumento de la demanda de fonoaudiólogos tiene que ver con un factor tecnológico/digital?

Creo que el uso de las tecnologías tiene un poco que ver, pero también lo acompañan cambios sociales y cambios en los criterios de diagnóstico. Son distintos factores que hicieron que las dificultades hayan aumentado en la infancia. Hoy tenemos más chicos con problemas que a diferencia de cuando yo me recibí. Hay muchas más patologías y problemas serios que requieren mucha más mano de obra sostenida en el tiempo. Por ejemplo, en la década del 90 había un caso de autismo cada 1000 chicos, y hoy en día hay uno cada 36. Cuando alguien tiene una necesidad de ese estilo se queda con la fonoaudióloga por varios años, y eso genera que los espacios de consulta se limiten. En otras palabras, el lugar que ocupe ese pequeño no se va a liberar en unas 10 sesiones, sino en unos 5 o 10 años, debido a que ese va a ser el tiempo en el que ese niño va a necesitar ayuda. Esto pasa particularmente con mi área que es el lenguaje y para los especialistas que se dedican a las dificultades vocales o la audiología es otra cosa.


¿Qué consecuencias hay si una persona no puede asistir al fonoaudiólogo, en especial los chicos pequeños? ¿Hay algún informe que marque esto?

Con respecto a los informes, en Argentina no hay ese tipo de investigaciones. Está lo de la campaña y nada más. Para hacer un relevamiento de las consecuencias sería un trabajo bastante arduo. Porque no solo sería rastrear a los pacientes que están en tratamiento, sino también los que están en lista de espera y los que nunca llegan a consultar. Es inabarcable. La realidad es que las instituciones no podemos hacer esto así solas, se necesitaría ayuda del Estado. Y esto no solo ocurre con la fonoaudiología, hay otras especialidades médicas que también están en la misma posición. Casi que no hay neurólogos infantiles o terapistas ocupacionales.

© Camila Casset - Manuela Sarco
UADE - Cs de la Comunicación - 2024 

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